Carta – Estatua de Juan Pablo II

(La Tercera. 16/10/2009)

Señor director:

En su carta de ayer, Pablo Cabaña critica a la estatua de Juan Pablo II no por su tamaño, sino porque le parece que su emplazamiento frente a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile sería algo “inadecuado, algo prepotente e ilegítimo”. Como Cabaña, yo también soy ex alumno de esa facultad, reconocida por su carácter laico, sin embargo, dentro de ella existe una capilla católica donde se celebran misas periódicamente. ¿Atenta ese oratorio contra el espíritu de la universidad? No lo creo. De la misma manera, tampoco la escultura de un Papa, que se ubicará a 160 metros de esa sede universitaria, representa una falta de respeto a las creencias religiosas. Suponer aquello nos llevaría a eliminar de cada espacio público toda manifestación religiosa y eso sí sería un atentado a las libertades de expresión y creencias de los chilenos.

Dejemos que sea la ciudadanía la que juzgue libremente el valor de esta escultura. En este sentido, cabe destacar la meritoria decisión de la alcaldesa de Recoleta, Sol Letelier, de consultar e informar a los vecinos de esa comuna, a través de cabildos participativos, sobre todos los alcances del proyecto que remodela la plaza Juan Pablo II.