Carta – Compensación a municipios

(El Mercurio. 20/09/2009)

Señor Director:

El ministro de Energía, Marcelo Tokman, anunció sorpresivamente el ingreso al Congreso de un proyecto de ley que establece un pago cercano a los 10 millones de pesos a los municipios que alberguen iniciativas energéticas por cada MW instalado. El proyecto fue anunciado en enero y se mantuvo en total reserva hasta ahora. Incluso la ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, expresó su desconocimiento sobre esta iniciativa.

El ministro reconoce que los supuestos beneficios de las centrales eléctricas conectadas al SIC son casi todas nacionales y sus impactos son locales y que su incidencia en el empleo local es mínima. En consecuencia, el proyecto de ley busca compensar a los municipios donde se emplazan los proyectos eléctricos, redistribuyendo el pago de impuestos que la empresa eléctrica pagaba al fisco a nivel central, trasladándolo al nivel local.

A pesar de no constituir un subsidio, el traslado de este pago en forma directa al municipio constituye una discriminación positiva, fomentada por el Estado, hacia una determinada actividad económica en desmedro de otras. En este sentido sería mucho más atractivo económicamente para un municipio que se instale una central hidroeléctrica sobre el curso de un río, a que sobre el mismo lugar se ubicara, por ejemplo, un lodge de pesca. Esto genera incentivos perversos, pues un alcalde se vería más atraído a promover y dar facilidades a aquella actividad que deje más recursos a la tesorería municipal, y hacer vista gorda de los impactos ambientales del mismo. Sólo en el caso del proyecto HidroAysén, las municipalidades de Cochrane y O’Higgins se beneficiarían en 50 millones de dólares.

Es efectivo que el Estudio de Impacto Ambiental corre en procesos separados, pero nadie puede desconocer -menos un economista como el ministro Tokman- que lo anterior constituye un incentivo para que los proyectos eléctricos sean aceptados por las autoridades y comunidades locales donde se emplazan. La iniciativa ni siquiera discrimina por la fuente de generación eléctrica, da lo mismo si es a carbón o eólica. Y, además, como beneficia a proyectos superiores a las 200 MW, deja prácticamente fuera todos los proyectos de energías renovables no convencionales.

Hernán Mladinic Alonso

Director Ejecutivo Proyecto y Parque Pumalín