Nueva regulación para antenas celulares II


Imagen vía Flickr por Travel Aficionado

Dos nuevos actores tendrá nuestro mercado de teléfonia móvil.

Con la postulación -y adjudicación- del concurso público para la licitación de nuevas bandas de operación disponibes,  las empresas VTR y Nextel entrarán al ruedo de las empresas proveedoras de telefonía móvil. Se abre más competencia para el sector de telefonía celular el cual hasta hoy sólo es operado por tres compañías: Entel PCS, Movistar y Claro.

Más operadores implican más competencia pero inevitablemente más antenas por doquier. Según los expertos, para que estas empresas tengan un servicio competitivo que les permita equiparar a las que llegaron primero, deberán instalar entre 1.000 y 2.000 antenas cada una, lo que redundará en un total aproximado de 4.000 antenas adicionales en nuestros campos y ciudades.

La llamada co-localización surge como esperanza para evitar la proliferación de nuevas torres y la generación de nuevos conflictos, sin embargo este es sólo el impacto urbano ya que las dudas sobre el riesgo de las ondas electromagnéticas y su efecto en la salud aún no están resueltas. Más información, después del salto.

Según cifras de la Subtel, hay alrededor de 18.700 antenas celulares en nuestro país, las cuales han aumentado fuertemente en los últimos 5 años, no tanto por el aumento de usuarios, sino la mayor cantidad de información que se transmite por éstas.

La co-localización es un término que se refiere a la posibilidad de compartir una misma infraestructura (antena) la operación conjunta de dos o más operadores de telefonía móvil. Con esto se busca evitar la proliferación de antenas por nuestras ciudades, con la consecuente contaminación visual, deterioro urbano y exposición a ondas electromagnéticas.

Junto con privilegiar la instalación de antenas “compartidas” a través de incentivos -y no a través de la obligatoriedad como se había señalado-, se procurará que las nuevas antenas tengan la capacidad estructural y técnica de soportar el doble de su capacidad instalada inicialmente, con el fin de permitir “ampliaciones” a los equipos presentes en éstas y facilitar el ingreso a posteriori de equipos de otra compañía o bien un aumento en los equipos radiantes ya instalados.

Del mismo modo, se promoverá la instalación de antenas en terrenos públicos, de preferencia no residenciales ni cercanos a población de riesgo (hospitales, jardines infantiles, etc) estableciendo la obligatoriedad de contar -para la instalación en terrenos residenciales- con la autorización no sólo del dueño del predio donde se instala la antena, sino también de los vecinos dentro de un radio establecido. Actualmente -y según lo que se ha discutido en el congreso– si la torre cuenta con una altura de 30m, todos aquellos vecinos en un radio de 45m deberán autorizar su instalación. La regla es hasta el momento, un radio de influencia de 1.5 veces la altura de la torre.

Las indicaciones sobre la imposibilidad de instalar antenas celulares serán revisadas, debido a -según los parlamentarios- a que dichos recintos requieren para su comunicación el contar con antenas cercanas a sus dependencias.

Para aquello interesados en seguir la discusión y precisar aún más sobre el proyecto de ley en cuestión, pueden hacerlo en prensalegislativa.cl o bien en la página de la comisión a cargo en la cámara de diputados, o desde el blog de la Subtel.

Para aquellos con un terreno vacío y apto para instalar una bella antena celular, ya hay ofertas para que inscriban sus propiedades.