La llegada del GNL y la diversificación energética

(La Nación. 6/7/2009)

Editorial

Chile se acerca cada vez más a un sistema diversificado, es decir, de administración prudente donde no están todas las apuestas en una misma opción, sino que se construye un respaldo amplio.
La llegada del primer barco-tanque con gas natural licuado (GNL) a Chile es un acontecimiento trascendente en la historia del sistema energético nacional, pues implica un paso adelante en la diversificación de la mezcla de fuentes a partir de las cuales se nutren, en lo macro, la economía, y en lo micro, la vida cotidiana de cada habitante del país.

Para calibrar adecuadamente el significado de esta nueva fuente energética hay que remontarse al período 1989-1990, cuando el país sufrió la primera crisis que obligó a racionamientos y provocó apagones. Chile se alimentaba casi de una única opción, la electricidad generada por plantas hídricas, y la dependencia obligó a buscar otras alternativas. Así, durante el gobierno de Eduardo Frei se optó por diversificar a través del gas natural producido en Argentina, permitiendo la construcción de plantas termoeléctricas que apoyaron el sistema y evitaron que la sequía de fines de los ’90 generara una crisis aún mayor que la que se sufrió.

La irregularidad en el suministro de gas natural desde el otro lado de la cordillera obligó, en la administración del Presidente Ricardo Lagos, a idear nuevas posibilidades, a partir de lo cual surgió la opción del GNL, que está sujeto a un mercado internacional mucho más estable y con contratos que permiten una mayor planificación. El proyecto de GNL implica no sólo el abastecimiento para la zona centro, sino también asegurar al Norte Grande, donde hay una importante demanda minera, a través de una estación de regasificación en Mejillones. En resumidas cuentas, Chile se acerca cada vez más a un sistema diversificado, es decir, de administración prudente donde no están todas las apuestas en una misma opción, sino que se construye un respaldo suficiente para enfrentar contingencias.

En este contexto de política energética de largo plazo, la decisión del alcalde de Quintero de suspender la planta de regasificación en esa localidad, debido a la falta de recepción de obras, es un problema burocrático que afortunadamente ha sido enfrentado y solucionado con la buena voluntad de todas las partes relacionadas.

Por cierto, la ruta de la ampliación de la matriz energética no termina aquí, sino que debe seguir hacia la incorporación creciente de fuentes renovables y no convencionales, como la energía eólica, geotérmica y mareomotriz, apuntando a una política que integre -como lo han hecho países desarrollados- la energía con la sustentabilidad medioambiental.

  • The Stone Angel rip
  • Chile tiene enormes potenciales de generación propia, y los mercados internacionales han probado estar cada vez más integrados en este sector, lo que en el futuro puede redundar en un aumento de la oferta energética, con una consecuente reducción de los precios. Falta, sin embargo, un aspecto: la capacidad del consumidor de energía de percibirse como un actor importante, adquiriendo más responsabilidad y conciencia. Ese paso, con educación y compromiso, será el más importante a dar en la década que viene.