Arquitectos defienden su idea de construir un túnel para darle mar a Bolivia

(El Mercurio, 17/05/2009)
Dice el canciller boliviano, David Choquehuanca, que cuando escuchó la idea se puso a reír. La posibilidad de un túnel que parta desde el Hito 80, cerca del pueblo de Charaña, circule por debajo de la Línea de la Concordia (límite terrestre entre Chile y Perú) y desemboque en una isla artificial soberana para Bolivia, a 600 metros de la costa, causó sorpresa y hasta hilaridad entre las autoridades bolivianas y peruanas.

Desde Chile, sin embargo, los autores de esta propuesta -Humberto Eliash, Carlos Martner y Fernando Castillo Velasco, renombrados y premiados arquitectos nacionales- aclaran que su planteamiento está lejos de ser una locura. “Es una idea muy del siglo XXI. En vista de que hay cosas similares que se están haciendo en el mundo, no parece utópico”, aclara Eliash. Recuerda que hay un proyecto para construir un túnel entre Túnez y Sicilia, en el Mediterráneo, con casi las mismas longitudes: 140 kilómetros por debajo del mar. China y Taiwán también trabajan en túneles, “cosa que políticamente habría parecido inviable hace algunos años”, afirma.

Para Castillo Velasco, comparativamente con otras propuestas, este túnel es más barato de hacer por las propias consistencias del suelo. Incluso, por metro lineal, es menos costoso que el túnel San Cristóbal que conecta Huechuraba con Providencia.

Aclaran que Bolivia no tiene que financiarlo, sino ser el país responsable de la ejecución. La obra bien podría ser concesionada, sobre todo entre los interesados en la exportación de gas altiplánico -un ducto de gas podría circular paralelamente al túnel-, que podría salir por el puerto que se instalaría en la isla artificial boliviana, y que se ubicaría en el actual territorio marítimo que Perú reclama como suyo ante la Corte de La Haya. Proponen que esta zona fuera bautizada “Mar de La Concordia” y tuviese una soberanía tripartita.

Eliash añade que la presencia de gas boliviano en un puerto permitiría que Chile pueda acceder a él, pues tiene gran necesidad energética en el Norte Grande, por la actividad minera. “Allí sí que se están pensando locuras, como hacer centrales en el Río Baker, que atraviesen 5 mil kilómetros para energizar el norte, cuando tenemos gas al lado, es absurdo”, sostiene.

El arquitecto recordó que este tema se ha abordado incluso desde la poesía. El poeta Alejandro Jodorowsky propuso alguna vez construir un camino aéreo que fuera desde Bolivia al mar.