Antofagasta prepara el estreno del Museo del Desierto de Atacama

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(El Mercurio, 16/03/2009)

Un complejo de tres mil metros cuadrados ofrecerá exposiciones sobre el origen del paisaje nortino, el hombre y su relación con la minería y la astronomía. Se sumará al casino-resort y hotel, que ya funcionan. Por Mario Rojas M.

ANTOFAGASTA.- Un proyecto que se gestó hace cerca de tres décadas está a un mes de ser inaugurado junto a las Ruinas de Huanchaca, fundición de plata de fines del siglo XIX y que es monumento nacional desde el año 1974.

Está ante el nuevo casino-resort, el mar ubicado a tres cuadras y el cordón montañoso de la cordillera de la Costa de fondo. La fachada del casino incluye elementos arquitectónicos de las ruinas.

Es el Museo del Desierto de Atacama, con cinco salas de exposiciones permanentes.

El visitante podrá partir por entender la base del paisaje, la geología. Luego absorberá la historia del ser humano en el norte, contada a través de la minería, la principal actividad económica de la zona.

La tercera área temática es antigua y contemporánea: la investigación astronómica, la visión del universo. ESO, la organización europea que administra el cercano observatorio de Paranal, el mayor del mundo, auspició y apoyó esta presentación.

Hormigón y luz

El diseño contempla cinco rampas: cada una albergará una sala de exposición. Empiezan a los pies de las ruinas con una altura de tres metros y que terminan en la cota cero. La obra gruesa de hormigón se combina con amplios ventanales y patios de luz.

El geólogo Guillermo Chong, director del Museo, está orgulloso. Explicó que estrenará el recinto con una exposición itinerante de Codelco: “Belleza Milenaria”. En ella tres mil piezas dan cuenta de la milenaria relación del ser humano con el cobre.

Queda por excavar

Y expondrá lo contemporáneo: “El robot prototipo Nomad, probado por científicos de la NASA en 1997 en el privilegiado laboratorio natural del desierto”, señaló Chong. Sirvió, junto a otros autómatas -Hyperion y Zoe-, para fabricar los robots que hoy exploran Marte.

El complejo incluirá salas de conferencias, auditorio para 100 personas, planetario, tiendas especializadas, taller de preparación de muestras, cafetería.

Estaba prohibido realizar tronaduras para así proteger las ruinas. Con maquinaria pesada hubo que excavar en un área de casi media hectárea.

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  • Así, aparecieron vestigios, muchos metálicos, que han sido recuperados y reconvertidos en piezas. Habrá que exponerlas: crisoles, una lingotera, sacos, piezas de maquinaria y botellas.

    “Es la punta del iceberg de un megaproyecto, un parque cultural con museos adicionales”, dice Chong. Menciona los temas de la minería del salitre, del carbón, el desarrollo ferroviario y la astronomía.

    Agregará eventos que promuevan el desarrollo científico y tecnológico.

    Asimismo, habrá “un museo de sitio, donde sea posible excavar las ruinas”, afirma.

    Lo que se encuentre, enriquecerá las muestras permanentes.

    Todo contribuirá, dice, a incrementar el interés por este monumento nacional ubicado “casi en el centro de la ciudad”.

    Eje de Antofagasta

    El complejo ocupa más de 35 mil m{+2} y es todo un memorial. Allí funcionó el Establecimiento Minero de Playa Blanca, instalado al término de la Guerra del Pacífico, que construyó el ferrocarril Antofagasta-Bolivia, trajo el agua potable a la ciudad, instaló el telégrafo y empleó una gran cantidad de mano de obra.

    Además, durante un siglo aquí se acopiaron toneladas de metales pesados, plomo, residuos de plata, sedimentos.

    Ahora, en pocos meses, este sitio de escorias y basuras se convirtió en uno de los megacomplejos más atractivos del Norte Grande.

    Ruleta y asombro

    Con el telón de fondo de las ruinas ya funcionan desde fines del año pasado un casino-resort, un hotel cinco estrellas, spa, centro de eventos, discoteca, restoranes, gimnasio y piscinas. En ello la concesionaria Enjoy invirtió más de US$ 83 millones.

    Formó también, con la Universidad Católica del Norte, la Fundación “Ruinas de Huanchaca”, con una inversión de US$ 10 millones. Ésta se hizo cargo de llevar a cabo el museo.

    Esculturas en cobre

    El estreno del museo también será parte del proyecto Bicentenario “Ánimas”, en que se instalarán 200 esculturas en todas las regiones del país sobre la relación con nuestros antepasados y el entorno natural. Gian Godoy, arquitecto chileno a cargo de “Ánimas”, explica que la obra tendrá como materia prima cátodos de cobre. “Sobre un pedestal de 4 metros de diámetro se instalarán estructuras, unidas por piezas del metal, que estarán prácticamente levitando, a una altura máxima de 2,7 metros. Si se miran a cierta distancia, parecerá una partitura musical”, dijo. La obra representará el baile de los Catibambos, parte de la cosmogonía de la cultura atacameña, en que niños serán atrapados como pisacas, perdiz cordillerana, Nothoprocta ornata. “Se mezcla lo ancestral y lo contemporáneo. Las ánimas son invisibles, pero están presentes entre nosotros y velan por nuestro bienestar”, señaló.