Fracasó acuerdo entre Senerman y Mardones por Santa Rosa

1301026496_zzz.jpg(Diario Financiero, 27/01/2009)

Por más de dos horas se entrevistaron con el ente colegiado Abraham Senerman, Gonzalo Mardones y Eduardo San Martín. Por Marco Gutiérrez V.

Sin éxito terminaron los esfuerzos del Tribunal de Ética del Colegio de Arquitectos para lograr un avenimiento en la pugna que mantienen los arquitectos Gonzalo Mardones y Eduardo San Martín con el también arquitecto y empresario inmobiliario Abraham Senerman, por los cambios al diseño del proyecto de oficinas de Santa Rosa de Las Condes efectuados por Inmobiliaria Titanium.

Ayer por más de dos horas se reunieron en el Colegio de Arquitectos, en Alameda 115, Senerman, Mardones y San Martín a petición del mencionado tribunal. La intención era conseguir un acercamiento entre las partes, que han amenazado con llevar el litigio a la Justicia, pero las posiciones se polarizaron aún más y no hubo acuerdo.

Por ello, ahora los profesionales, que declinaron realizar comentarios a la salida de la reunión, deben esperar el pronunciamiento del Tribunal de Ética, que podría emitir su fallo sobre este conflicto esta semana o bien en marzo próximo.

El tribunal, presidido por Francesca Clandestino, tampoco realizó declaraciones sobre este proceso.

El caso

A inicios de noviembre de 2008, Abraham Senerman -socio de Titanium junto a Liliana Solari- declaró ante la fiscal del Tribunal de Ética del Colegio de Arquitectos, Liliana Vergara, quien investigó la queja que pusieron en octubre ante ese organismo los arquitectos Gonzalo Mardones y Eduardo San Martín, quienes diseñaron el primer proyecto de tres torres de oficinas -de 23 pisos cada una- unido a la venta del ex estadio de la Universidad Católica a Titanium por US$ 35 millones.

Los profesionales reclaman que Senerman se apropió de su proyecto y que sólo modificó su diseño.

En tanto, Senerman ha asegurado que su proyecto es diferente al de los arquitectos .

Titanium informó hace unos meses que en el finiquito del trabajo que contrató la Católica con Mardones y San Martín, se estableció un pago de unos $ 476 millones a los profesionales y que la venta del terreno incluía la cesión y transferencia del permiso de edificación.