Bellavista: ¿Un nuevo Barrio Universitario en Santiago?

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Imagen vía Flickr de rodtype

Si hace 20 años alguien hubiese caminado, entre grandes casonas, por las calles República o Ejército, difícilmente habría imaginado que hoy día el sector conocido como el “Barrio Universitario de Santiago” recibiría más de 120.000 estudiantes diarios, que acuden a universidades, institutos, centros de formación técnica y colegios del sector. Y es que un barrio y su rol en relación a la ciudad pueden cambiar en unos cuantos años radicalmente. Por estos días, precisamente, ha aparecido en la prensa y en el debate público el posible giro del emblemático barrio Bellavista, ante la instalación de importantes sedes de dos casas de estudio en el sector.

Hoy día el barrio Bellavista [ubicado entre las comunas de Providencia y Recoleta], se caracteriza principalmente por concentrar gran número de restaurantes, locales nocturnos, y centros vinculados con la cultura, que conviven con un sector netamente residencial en donde viven aproximadamente 3000 personas, y donde se ha encontrado históricamente el emblemático campus de Derecho de la Universidad de Chile. A esto se sumarán el 2010 alrededor de 6200 alumnos que asistirán a las nuevas sedes de la Universidad Andrés Bello [construida a un costado de la Universidad de Chile], y la Universidad San Sebastián [construida en los antiguos terrenos del Liceo Alemán]. Esta última contempla además el desarrollo de un proyecto inmobiliario a un costado de su terreno. Además se prevén algunas obras complementarias por parte de esta universidad, como la Plaza Juan Pablo II [frente a la Universidad de Chile] y los 350 estacionamientos subterráneos bajo esta.

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Según lo publicado en El Mercurio hace algunos días, los vecinos se encuentran atentos a lo que pueda ocurrir, pero a la vez optimistas de lo que este aumento de la población flotante universitaria en el sector pueda traer. En este mismo medio, Juan Carlos Román, secretario de la junta de vecinos Bellavista [sector Providencia] declaró lo siguiente:

“Nos interesa mucho que lleguen sedes universitarias, sobre todo por lo que ello implicará para las actividades culturales del barrio, e incluso por la oportunidad de desarrollar proyectos y talleres en conjunto. Eso sí, estamos observando con mucha atención cómo se va a desarrollar el proyecto inmobiliario que la universidad va a llevar a cabo detrás del campus. […] Queremos que a Bellavista lleguen familias, personas que creen vínculos con su entorno y se involucran en su desarrollo, porque los solteros o personas de paso tienen poco arraigo y por ende no cuidan mucho el barrio”.

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 Imágen nueva sede Unidarsidad San Sebastián Bellavista.

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Construcción nueva sede Universidad Andrés Bello, vista desde la Universidad de Chile. Fuente aquí.

Lo cierto es que para la conformación de un “Barrio Universitario” se necesita algo más que sedes universitarias; casos como los sectores de Portugal o Pedro de Valdivia son muestra de que unas cuantas casas de estudio son necesarias, pero no suficientes, para la constitución de un barrio con un rol tan claramente determinado. El caso de Bellavista, sin embargo resulta especialmente interesante de observar dado las características que ya presenta hoy día como un barrio con gran movimiento de gente joven, especialmente de noche, que se verá ahora complementado con la afluencia diaria de miles de estudiantes. Estudiantes de Ciencias Sociales, Arquitectura, Derecho, Arte y Educación [Universidad San Sebastián], y de Derecho [Universidad de Chile y Andrés Bello], se juntarán diariamente en un barrio que tradicionalmente se ha dado como espacio para el esparcimiento, abriendo tal vez nuevos espacios de encuentro entre los jóvenes provenientes de tan distintas casas de estudio.  El impacto vial, el interés inmobiliario o los cambios de público que pueda traer este cambio de escala, son sin duda los temas que abren el debate, atemorizando a algunos, en relación al futuro de este barrio. Espacio que, de desarrollarse bien, puede convertirse en un importante lugar para, como digiera Román, la cultura y el debate.