Crisis Financiera: ¿Cómo le afecta a usted?

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Foto orginal de Alejandro Sánchez, vía Flickr.

Para los que no estamos familiarizados con algunos términos económicos, nos es bastante difícil entender la magnitud de la crisis económica que azota las bolsas de comercio de todo el mundo. Más complicado aún es comprender como una crisis que al parecer comenzó por un problema de hipotecas en Estados Unidos está afectando al mundo entero.

Hace dos días, la bolsa en Brasil tuvo que cerrar antes de tiempo para evitar que siguiera bajando. Un día después ocurrió lo mismo en Rusia. Ayer la bolsa chilena cerró con el índice más bajo en los últimos dos años. ¿Cómo alcanzó esta crisis este efecto arrollador en el mundo entero? Y más importante, ¿cómo me afecta a mí? Más después del salto.

Primero que todo, para lograr entender como esta crisis nos afecta, creo que es necesario entender, a un nivel bastante básico, cómo se inició. Bien resumido, el asunto es el siguiente:

Tras la gran expansión del sector inmobiliario, la oferta de hipotecas subió considerablemente. Casi un quinto de estas hipotecas, se otorgaban a gente con poca renta, sin un trabajo asegurado. Personas que anteriormente les hubiese sido imposible acceder a este beneficio. Estas hipotecas se llamaron sub prime. La primera suposición errónea era que el valor de la vivienda siempre subiría, por lo que el préstamo podría pagarse con intereses a futuro. Sin embargo, desde enero del 2007, el precio de la vivienda ha bajado, mes tras mes.

Ahora bien, estos préstamos eran financiados por los bancos, los que a su vez, tiene el poder de negociar con los títulos hipotecarios. De esta forma, los bancos vendían estos paquetes hipotecarios a grupos de inversionistas. Los paquetes contaban con hipotecas sub prime, pero también con hipotecas de otros tipos, de menos riesgo. Los inversionistas y los bancos, vendían así estos paquetes (que nadie estaba muy seguro de lo que contenían) a los bancos extranjeros y a más inversionistas interesados.

¿Cuál fue el problema? Las tasas de interés siguieron subiendo, la gente dejó de pagar los préstamos recibidos, y el inversionista que compró este “paquete”, comenzó a cuestionar su real valor. Lo cierto es que estos bonos valían mucho menos de lo que la letra decía. Los inversionistas entendieron que los “paquetes” que habían comprado valían menos, y nadie entendía bien (yo tampoco), donde se fue el dinero.

Para entender mejor lo que ocurrió, y de paso reírse un poco, sugiero ver el siguiente video, donde dos ingleses explican de forma bastante burlesca lo ocurrido.

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Hay que entender que no es una falla de economía de mercado, sino un problema que bien resume Ricardo Claro en El Mercurio. Cuatro factores importantes explican el comportamiento de aquellos banqueros e inversionistas en Estados Unidos. Primero, las universidades no enseñan los aspectos morales y éticos que se necesitan. Segundos, los profesionales jóvenes que llevaron a cabo las ideas descabelladas que terminaron en la crisis. Tercero, una falta de fiscalización. Cuarto, el apoyo estatal a las sub prime como elemento de interés social.

¿Y cómo me afecta a mí esta crisis?

Hay que entender que una sociedad globalizada como es la que vivimos, los paquetes de bonos que salían de Estados Unidos eran comprados por bancos de todo el mundo.

Y el tema más importante quizás es el asunto de la confianza. Toda crisis económica crea un clima de desconfianza entre bancos y consumidores. Se desacelera la economía en general y la gente consume menos. No existe ánimo para invertir. El comportamiento de la economía es impredecible y por lo tanto muchos proyectos se congelan. Si quiere pedir un crédito (para comenzar un negocio, comprar un auto, viajar, etc.) los bancos pondrán más dificultades. Quizás, no sea el mejor momento para hacerlo.

Para que entiendan mejor la incertidumbre, en los días recién pasados, le pidieron a un comentarista económico en el canal estadounidense CNBC que asesorara a los televidentes en el tema de la crisis. Él, miró a la cámara y dijo, “Dinero en efectivo y posición fetal”.

Sin embargo hay algunas recomendaciones para el ciudadano común.

1) No endeudarse innecesariamente (para comprar un plasma, o un auto último modelo)

2) Tener paciencia

3) Si tiene capacidad de ahorro, invertir en depósitos a plazo en UF o renta fijo (son menos riesgosos)

4) Si puede (y quiere tomar riesgos), comprar las acciones que han sido más castigadas, asumiendo que en algún minuto van a volver a subir. El riesgo acá, es que es imposible determinar si ya pasó la peor parte, o van a seguir bajando.

Por último, no todo es malo. Ante los problemas inmobiliarios y la poca demanda, ya hay ofertas especiales que el chileno puede aprovechar. Si bien será muy difícil hoy en día recibir un crédito en un banco, para aquellos que ya recibieron, ya hay inmobiliarias que ofrecen un año de dividendos y gastos comunes gratis.

La crisis ha vivido sus peores semanas, pero hay que armarse de paciencia para ver que ocurrirá con el mercado. ¿Será el salvataje suficiente para salvar la economía mundial? Pocos lo creen. Es sin duda una lección para aquellos que tomaron decisiones irresponsables en el mundo financiero. Mientras tanto, suerte al pedir ese crédito…