Hidroaysén: ¿Un mal necesario?

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Foto original de SRPinho, vía Flickr.

Imposible resulta en estos días revisar los diarios nacionales sin encontrar por lo menos una noticia en relación con Hidroaysén y la posible construcción de 5 centrales hidroeléctricas en el sur del país. Con dos embalses en el río Baker, y otros tres en el Pascua, los temas que rodean el debate nacional en torno a Hidroaysén dan para diversas opiniones y disputas de todos los tipos.

El problema energético actual en Chile es de preocupación nacional. Como tal, depende de cada ciudadano informarse oportunamente acerca de lo que ocurre. Hoy en día, hay tantos detractores como defensores de este mega-proyecto, con Hidroaysén (empresa creada por Endesa y Colbún) por un lado, y la agrupación Patagonia Sin Represas por el otro. Pero el debate no gira en torno a si la construcción de embalses afectará o no. Los mismos ejecutivos de Hidroaysén han dicho que no existe un mega-proyecto de esas características que no traiga consigo un impacto ambiental. La pregunta es otra: A pesar del impacto negativo que este proyecto tiene, ¿Es necesaria la construcción de Hidroaysén desde un punto de vista energético? Algunos datos interesantes, a continuación.

Con una superficie de 5.910 hectáreas, las cinco centrales pretenden aportar una producción media anual de 18.430 GWH. Pero un proyecto de tal envergadura afectara de distintas formas a la región. Cambios ambientales en ríos, valles, bosques, tierras, la flora y fauna, problemas a la comunidad, etc., por nombrar algunos. El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) ya fue declarado admisible, y el extracto ya fue publicado. Ahora, las agrupaciones pueden examinarlo y hacer reparos en los próximos 60 días.

Todos saben que daños va a hacer, entonces, ¿para qué construir semejante proyecto? La demanda energética incrementa todos los años, y por ende, la oferta debe aumentar también. Se estima que de aquí a 10 años más, Chile no podrá cumplir con esta demanda, por lo que nuevas formas de producir energía son necesarias. Los detractores de Hidroaysén hablan de otras formas de producir energía, lo cierto es que la hidraúlica es limpia y rendidora. Por ejemplo, para producir 360 MW de energía se necesitan aproximadamente 25.000 hectáreas de energía solar, 15.000 de energía eólica y solamente 3.600 de energía hidraúlica.

Un tema no menor, son los US$ 150 millones que Hidroaysén destinaría por concepto de mitigaciones, las que incluyen mejoras en infraestructura vial entre Cochrane y Villa O’Higgins, 140 km de la Carretera Austral, mejoras comunicacionales, mejoras de infraestructura universitaria, capacitación laboral y desarrollo social, como también mejoras en aeropuertos y puerto marítimos.

Algunos dicen que la “naturaleza” no se transa, y no importa cuantos millones de dólares destinen por mitigaciones, la destrucción de bosques y valles no tiene precio. Otros creen que para el tan anhelado “desarrollo” de Chile, son necesarios algunos sacrificios. Seguramente el debate continuará, y las agrupaciones detractores mostrarán sus reparos el Estudio de Impacto Ambiental. ¿Un mal necesario? La decisión, la debe tomar Chile.

Fuentes:

Hidroaysén, Patagonia Sin Represas, CONAMA.