Surgimiento de las ciclovías urbanas

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Este post está en la XVI Bienal de Arquitectura, y trata el popular tema de las ciclovías.

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Por Jaime Márquez Rojas, Asesor Urbanista Providencia, Presidente Comisión Asesores Urbanistas RM, Colegio de Arquitectos de Chile.

Antes que la Municipalidad de Providencia construyera su ciclovía en la Avenida Pocuro, ya existían varios kilómetros de ciclobandas (pistas para bicicletas demarcadas en las calzadas) en diversas comunas de la Metrópolis de Santiago. Pero dos son las razones por las cuales esta obra marca un antes y un después en el plan de ciclovías urbanas. El hecho de estar físicamente segregadas, tanto de los automóviles como de los peatones, hace que ellas ofrezcan un alto grado de seguridad para los tres medios: peatones, bicicletas y autos. Pero estamos convencidos que, además de ello, este proyecto hace aparecer visiblemente en el espacio de la ciudad un nuevo elemento: la ciclovía. Este es un rol insoslayable del arquitecto: darle forma al acto urbano y ese es el mérito de los proyectos de Providencia: instalar en la conciencia y memoria ciudadana este nuevo componente del espacio urbano.

Ya en la ciclovía de Pocuro se diseñaron estaciones de descanso, para peatones y ciclistas y barreras de seguridad en los cruces de calzadas. Sumado a ello, el pavimento asfaltado y las señalizaciones horizontales y verticales constituyen todo un cuerpo de componentes de la forma. En el proyecto de Antonio Varas se incorpora una faja adicional para la bicicleta, además de la del peatón, en la vereda peatonal nivelada y retranqueada en los cruces de las esquinas (llamada esclusa o, irónicamente, “filete de toro” por su diferencia con el “lomo de toro”).

Hoy día, con la visita de expertos extranjeros, se ha puesto en duda el diseño de estos dispositivos que han surgido en nuestro medio en virtud de observar la propia idiosincrasia y cultura (o incultura) urbana de nuestros ciudadanos. Plantean los expertos extranjeros que no son necesarios los retranqueos de veredas (sosteniendo que molestan al ciclista) y que debe diseñarse el cruce recto, sin dispositivos físicos de protección al ciclista y peatón, sólo con demarcaciones, tal como se usa en Europa. Postulan que hay que forzar al automovilista a respetar a los ciclistas y peatones. Nuestra experiencia nos dice que la ciudad debe progresar evolucionando (no revolucionar) en una continuidad, sin crear un interregno de acomodo espacial y social, durante el cual se puede pagar un alto costo aún con vidas.

Por otra parte, vivimos una realidad diferente en la cual el gran desafío de crear un sistema de transporte público ha debido soportar un torpe diseño y un lamentable plan de implementación, que postergará su puesta en marcha por un largo tiempo, impidiéndonos contar con un trasporte público eficiente como en los países europeos. En el ínter tanto, los altos niveles de contaminación nos obligan a crear diseños que den fluidez al tráfico. Estos dispositivos de retranqueo, además de evitar choques de los automóviles por detenciones bruscas al girar, permiten que las pistas rectas se despejen, evitando detenciones innecesarias, que son los momentos de máxima contaminación de los motores (ocho veces más que el motor en marcha de crucero). Igual resultado podemos obtener pasando los paraderos de buses aguas abajo de los cruces, eliminando también la detención innecesaria de varios vehículos, que tras el bus detenido esperan girar en la esquina.

Como plan, la propuesta de Providencia, se inicia con la generación de una red básica de ciclovías segregadas al interior de las vías expeditas (sin locomoción colectiva) cubriendo regularmente el territorio y enlazando con similares dispositivos de las comunas vecinas. En la medida que se realicen los corredores de trasporte público segregados, al centro de las calzadas, se podrán estudiar implementar ciclovías, seguras para todos, en dichas calles. En las vías locales se postula un diseño sin segregación física, pero con espacio suficiente sin necesidad de diferenciar la separación entre peatón y vehículos rodados.

El desafío de crear nuestros propios diseños, para la compleja red vial, o simplemente de copiar sin mayor análisis las soluciones de otras realidades social, económica y geográficamente distintas a la nuestra, está lanzado. Abrimos aquí un debate sobre esta materia.

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