Barrio Cívico: Identidad Nacional amenazada, la Participación Ciudadana llega a tiempo esta vez

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imagen flickr.com/photos/pitzyper

Por Ignacio Saavedra V.

El artículo a continuación esta basado en la noticia sobre el Decreto Exento Nº 462 promulgado el día 17 de Marzo de 2008 en el Diario Oficial, firmado por Yasna Provoste, ministra de Educación, por orden de la presidenta de la República, mediante el cual y en base a la Ley Nº 17.288 se declaró “Zona Típica y Pintoresca” el sector denominado Barrio Cívico-Eje Bulnes-Parque Almagro de la comuna de Santiago. Dentro de una noticia promulgada por El Mercurio el día 5 de abril de este año, titulada como “Nuevos monumentos históricos atesoran el pasado reciente”, me encontré con varias sorpresas en el artículo, la primera de ellas fue notar mi ignorancia por no saber que durante toda la historia de nuestra ciudad, el centro fundacional no se encontraba protegido por ninguna ley, por lo que podría haber sufrido perdidas importantes en cuanto al patrimonio, identidad y historia del país. La segunda cosa que me llamo la atención y que será la línea a seguir de este texto fue tras leer esta frase; “…un logro largamente esperado por los vecinos que temían que el auge de las construcciones en el sector variara su carácter patrimonial”[1], en donde deja entredicho que la iniciativa para proteger a este sector nació de los mismos vecinos de la comuna y no del Gobierno Central. Esto me sorprendió fuerte y gratamente a la vez, ya que tras tener presente las múltiples batallas que han sostenido los diferentes grupos de ciudadanos en los últimos años, como en la Plaza Perú y la Costanera Norte[2], aparece una potencialidad y una esperanza para retomar asuntos que pareciera ser que están olvidados en la agenda pública. Parece ser que los ciudadanos están cada vez más interesados por crear ciudad y tener más participación, para así crear una identidad socio-cultural plasmada en Santiago. ¿No será que el camino que debemos seguir para asentar esta identidad propia debe venir de las mismas preocupaciones de los habitantes de la ciudad por lo que debiera ser inmanente a esta altura una reforma de ley para poder darle más respaldo a la Participación Ciudadana? ¿Será necesario crear oposiciones y conflictos para poder dar forma a la ciudad?

A través de los diferentes intentos que se han producido por parte de ciudadanos para frenar ciertos proyectos, que podrían llegar a afectar ya sea la calidad de vida, la congestión vehicular o la propia salud de algunos grupos, este caso pareciera salir del esquema que se venía determinando durante las últimas décadas, dando paso así a una nueva preocupación que presenta un beneficio para toda la comunidad, que apunta a una suerte de bien común, no representando preocupaciones individuales de ciertos grupos minoritarios dentro de la sociedad. Para determinar de manera clara esta afirmación entraremos más a fondo a la promulgación de este Decreto y en la determinación de la zona en cuestión.

La zona abarca un perímetro de 30,40 Ha. como proyecto urbano, fue proyectada por el arquitecto Carlos Vera Mandujano, quien se inspiró en la propuesta del urbanista austriaco Karl Brunner, y construido entre los años 1937 y 1950. El Barrio Cívico está compuesto de 3 sub sectores;
a) Barrio Cívico, constituido por la Plaza de la Constitución, el Palacio de La Moneda y la Plaza de la Ciudadanía. Los edificios que conforman este sub sector, en su mayoría ministeriales, incluyendo la Contraloría General de la República, el Banco Central y la Intendencia Metropolitana, entre otros, constituyen la Caja Cívica, el espacio urbano de mayor importancia dentro de la ciudad que realza la institucionalidad del Estado.

b) Eje Bulnes, constituido por el Paseo Avenida Presidente Bulnes que tiene un ancho de 38 metros y las construcciones en sus costados oriente y occidente, incluyendo entre otros, el edificio de las Fuerzas Armadas localizado en calle Zenteno.

c) Parque Almagro, remate espacial que une visualmente el Palacio Cousiño con la Basílica de los Sacramentinos, ambos inmuebles declarados como Monumento Histórico.

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Al indagar en la publicación por parte del Gobierno, podemos percatarnos que uno los primeros procesos que se iniciaron fue un estudio de 5 años en el Consejo de Monumentos Nacionales y en la Dirección de Obras de la Municipalidad de Santiago, todo esto a partir de una carta entregada por Patricio Herman y Héctor Arroyo, en representación de la Agrupación “Defendamos la Ciudad”, con fecha del 23 de diciembre de 2003. Así en los artículos publicados por esta agrupación se deja ver una suerte de enojo debido a la falta de preocupación y respaldo que tuvieron durante los inicios de la idea de proteger la “memoria histórica”;

“…lamentamos que el gobierno no haya tomado la iniciativa de celebrar en forma este acontecimiento que dignifica al sector patrimonial arquitectónico más relevante del país. Tenemos la impresión que las autoridades sectoriales han tramitado esta declaratoria poco menos que obligadas ante la expresa solicitud de una organización ciudadana…”[3]

La verdad es que es muy impactante evidenciar que una zona como la descrita, la cual es la cara visible del Estado, quede completamente indefensa frente a amenazas del sector inmobiliario. Esta iniciativa tomada por la agrupación mencionada, deja en evidencia las carencias por parte del sector público para llevar a cabo ciertos programas tanto de conservación del patrimonio, como para determinar los elementos que van a ir forjando una identidad de ciudad basándose en la historia y cultura criolla. Mediante este tipo de propuestas la ciudad va redescubriéndose, generando así una identificación por parte de los habitantes con su ciudad, en donde son ellos mismos los que van determinando que es lo que los representa y como quieren vivir en su ciudad.

Los procesos económicos que van determinando la forma y el crecimiento de las ciudades, basados en políticas globales, van generando una serie de tipologías y morfologías de la misma índole, o sea, con características mas bien universales, en donde el producto realizado podría insertarse en cualquier parte del mundo, ya sean condominios tipo ciudad-jardín o los espacios más queridos por los chilenos; los Malls. De esta manera las ciudades globales se van dotando de espacios con una fuerte carencia de identidad propia, las cuales satisfacen las necesidades de los ciudadanos universales. Es por esto mismo que la importancia por rescatar los patrimonios históricos culturales de las ciudades son los que van a hacer la diferencia a futuro, esa identidad nacional va a ser la que nos de una autenticidad y originalidad frente a otras ciudades.

1Así parece ser que la única manera para que el sector público promulgue reformas que vayan en favor de una identidad nacional, es que los mismos ciudadanos se sigan pronunciando y sigan impulsando este tipo de propuestas, por lo que es de gran importancia que las organizaciones que trabajan en pos de la ciudad, como Defendamos la Ciudad, tengan aún más autoridad frente a la creación de Santiago.

Mientras tanto, parece ser que la generación de conflictos que han estado realizando estos grupos, pueda ser una tónica que funciona, la cual provoca cierta reacción frente a las entidades tanto públicas como privadas, cambiando así las imposiciones metodológicas que han venido constituyendo la ciudad. Pero es importante que seamos capaces de constituir y construir ciudad no solo a nivel sectorial, sino que se cree una visión más global, especialmente enfocados a sectores más desposeídos y con obsolescencias funcionales y económicas, como ocurre en el sector poniente del Barrio Cívico, en el cual existen muchos edificios con características similares, con una continuidad de volúmenes neoclásicos, y que siguen ahí a la “suerte de la olla”, esperando a ser rescatados y vueltos a la vida, ya que no solo es necesario declararlos patrimonio o monumento, como el Palacio Pereira y otros casos en Santiago, en que se encuentran en condiciones de abandono total siendo Patrimonio Nacional.

Texto realizado para el Curso Transformaciones Urbanas Contemporáneas: El caso de Santiago, del Área de Ciudad, Territorio y Medio Ambiente de la Pontificia Universidad Católica de Chile (profesor Fernando Soler R., ayudante Nicolás Valenzuela L.).



 

[1] El Mercurio, “Nuevos monumentos históricos atesoran el pasado reciente, cuerpo A. 5 de Abril del 2008.

 

[2] Asunto que plantea claramente María Elena Ducci: “Las batallas urbanas de principios del tercer milenio”, María Elena Ducci, pgs. 137 a 164, en Santiago en la Globalización: ¿Una nueva ciudad?, Carlos de Mattos et.al. editores, Ediciones Sur y EURE Libros, Santiago, 2004

[3] Agrupación DEFENDAMOS LA CIUDAD, articulo Web defendamoslaciudad.cl, en “Noticias”, Viernes 21 Marzo del 2008.