Santiago: “smart city”, ¿y nada más?

YouTube Preview Image

El 2007 Santiago apareció varias veces al tope de los ranking; América Economía lo situaba como la mejor ciudad para hacer negocios en Latinoamérica. Luego, el estudio elaborado por Mastercard, contando en el equipo con figuras de la talla de la destacada socióloga y economista Saskia Sassen, situaba a la ciudad como la mejor de la región en cuanto a su capacidad de integración en la red de ciudades globales. Todos estos datos y proclamaciones ratifican la imagen que se ha vendido hacia el mundo, sobre todo haciendo énfasis en una realidad urbana eficiente (gracias a las autopistas), segura y brillante; una smart city, como bien comentan Sassen y Tironi. Las ciudades, sin embargo, son mucho más que eso. Tanto desde el punto de vista de la calidad de vida posible en ellas, como incluso sus capacidades para potenciar y desarrollar la creatividad y la innovación, pasan también por factores culturales. Los músicos locales abren algunas preguntas… Santiago ya no se ve tan fome ¿o si?

Para Sassen, por ejemplo, el capital que una ciudad puede explotar dentro de la economía global depende en gran medida de a las culturas técnicas específicas que se desarrollan en cada lugar, lo que depende de múltiples factores sociales, políticos y económicos, propios de cada lugar. Por otro lado, lo que hará la diferencia entre las distintas ciudades, una vez que se haya generado un estándar de infraestructura (en el caso de Latinoamérica, por ejemplo) son las características que hacen de una ciudad única; su cultura; su identidad; su capacidad de manejar niveles aceptables de justicia social; su calidad de vida.

¿Que hay además de la “smart city”?

Esta pregunta me hace acordar de la guía Santiago Bizarro, que hace algunos años editara Sergio Paz, ahí se trataba de cartografiar un Santiago único, inédito, extraño. Pero, admitiendo que siempre somos bastante chaqueteros para emitir este tipo de juicios, pareciera que, o no existe una ciudad que ofrecer más allá de la “ciudad eficiente”, o si es que existe una imagen interesante es algo bastante precario. En el video de Saturno, Santiago podría ser una gran ciudad norteamericana, más aún con los raperos cantando en inglés. Pero resulta que no es NYC, sino Santiago, y así lo comprobamos cuando los raperos aparecen en los malogrados espacios que dejó el paso de la Linea 5 del metro en nuestra periferia. No es, de ninguna manera, el Santiago de siempre. Nos muestran la periferia, o el metro en superficie, siempre con los cerros de fondo, nuestra cordillera que tanto se echa de menos cuando se está lejos. En el video, la capital se siente metropolitana, grande, casi cosmopolita. Y eso que no nos muestran las grandes autopistas, sino el Metro; la gran inversión criticada por ineficiente, pero que finalmente es de uso público, y Saturno la usa para mostrar de donde viene, con orgullo. ¿Y qué les parece lo de Santiago-NY-Estocolmo?

¿Puede ser que esté comenzando a forjarse una nueva identidad de Santiago?

Tal vez entre tantos desplazamientos para poder trabajar o estudiar, entre tanta autopista, entre las permanentes construcciones, pero siempre con las dos cordilleras de fondo (cuando no las tapa el smog), estemos pensando en nosotros de manera diferente. Puede ser que no, pero Santiago parece no ser tan fome en el video de Saturno o en el de Los Mono, filmado en la Unidad Vecinal Portales, comuna de estación Central.

YouTube Preview Image