Vivienda Social en Santiago: ¿Se acabaron los terrenos?

Las decisiones alrededor de la construcción de vivienda social suelen ser absolutamente determinante en la conformación de las grandes ciudades en los países en desarrollo como el nuestro. La decisión de dónde y cómo construir la vivienda antes desarrollada por el Estado y hoy subsidiada por éste, ha sido tradicionalmente el gran factor que determina la construcción y consolidación de las periferias de las grandes ciudades. Basta echar un vistazo a la historia de toda la periferia sur de Santiago, o de sectores como Las Compañías en La Serena o Alerce en Puerto Varas, para que esta realidad se haga evidente.

En este contexto, aparecen con gran  relevancia los datos entregados por  la Cámara Chilena de la Construcción en su informe “Disponibilidad de Suelo Urbano en la Ciudad de Santiago”, donde se afirma que Santiago dispone sólo de 1.997 hectáreas para usos habitacionales, de los cuales 1.220 podrían destinarse a vivienda social, dado el precio de suelo de estos terrenos, lo que alcanzaría para dos años y medio más.

Lo interesante es que, si bien estos datos parecen alarmantes, la respuesta del MOP a dichas cifras fue categórica, señalando que los terrenos contemplados en este estudio son sólo los que se encuentran dentro del límite del denominado Gran Santiago. Según los datos que maneja la División de desarrollo Urbano del MINVU, la cifra asciende a 19.000 hectáreas, es decir, 17 mil hectáreas más, ya que comprende en este cálculo  terrenos ubicados en Lampa, Buin, Paine y Talagante, y otras localidades fuera del límite de Santiago. Históricamente, ante la necesidad de terrenos de bajo costo en la ciudad, se ha optado por construir Vivienda Social en zonas periféricas, y según los datos de disponibilidad de terrenos del MOP, esta tendencia no debiera cambiar.

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Terrenos disponibles para uso habitacional en Santiago.

Fuente: Serex PUC en El Mercuro

Ante esta situación, y para que la construcción de viviendas al exterior del anillo del Gran Santiago [es decir, los contemplados por el MINVU] se dé bajo un marco de legalidad, debiese realizarse una modificación global al Plan Regulador Metropolitano de Santiago; el conflicto planteado por la cámara Chilena de la Construcción ante esta solución es que los terrenos actuales alcanzarían para cubrir la demanda por aproximadamente 2 años y medio, mientas la modificación del PRMS tardaría, según los precedentes, poco más de 5 años.

El jefe de la División de desarrollo Urbano del MINVU, Luis Eduardo Bresciani, ha declarado ante estas inquietudes que “Santiago requiere de un proceso de reactualización permanente de sus instrumentos de planificación Urbana. Por eso el Ministerio ha mantenido como política invertir en modificaciones a sus planos reguladores”.

Cabe destacar que el mismo Bresciani aclaró que al interior del anillo del Gran Santiago, además de las casi 2000 hectáreas contempladas por la Cámara Chilena de la Construcción, el MINVU contempla la reconversión de terrenos industriales en comunas como San Bernado y Puente Alto.