Nuevos Ekono de barrio: ¿el fin del boliche de la esquina?

Para quienes tienen la suerte de vivir en barrios que conservan un carácter residencial, la idea de ir a comprar algunas cosas para la casa en “el negocio de la esquina” es algo recurrente; se está dispuesto a pagar un poco más por una lista de productos (por lo general una lista acotada), a cambio de no tener que desplazarse varias cuadras, en auto o micro, hasta llegar a un supermercado enorme e impersonal, pero que a la hora de pasar por la caja, es bastante más sensato si la lista de compras es larga. El agrado de comprarle al señor que te ha atendido toda la vida y que escoge las lechugas para ti porque “te conoce” (y no como Santa Isabel, sino que te conoce en serio en serio), podría estar llegando a su ocaso. En enero del 2007 la cadena D&S (empresa de la familia Ibáñez, actuales dueños de los supermercados LIDER) comenzaron con la reapertura de los supermercados Ekono, pero esta vez en un nuevo formato: se trata de supermercados pequeños a modo de “negocio de barrio”, sin publicidad y ubicados en sectores residenciales; la idea es vender principalmente productos de marca propia (e!), a una escala de barrio, pero con los precios que sólo son posibles comprando en los volúmenes que D&S compra.

A la fecha ya hay inaugurados 13 locales en la Región Metropolitana (en Ñuñoa, La Reina, Providencia, Santiago, Recoleta, La Florida y Puente Alto) y se espera que al terminar el año la cifra haya llegado a 30 en la misma región. La noticia ha tenido repercusión en el gremio de los pequeños comerciantes ¿cómo competir ante la cadena de supermercados más grande del país sin morir en el intento? Para Rafael Cumsille, presidente del gremio de la Confederación Nacional de Comercio Detallista, “la entrada de Ekono afecta directamente a los almacenes de barrio, pues inserta a la cadena como competencia directa, e incrementa la tendencia monopólica existente en el rubro”. Este argumento fue recibido también por parlamentarios, quienes liderados por el diputado Eduardo Saffirio “presentaron un proyecto de ley que busca compatibilizar la existencia de megamercados en la zona con la subsistencia del comercio detallista“, en busca de soluciones en torno a la competencia desigual y las lógicas de monopolio que imperarían en escenarios futuros, ante la multiplicación de esta nueva cadena.

¿Cómo va a afectar esto a los barrios residenciales de la ciudad? Habrá que verlo. Se presentan a mi juicio dos problemáticas en torno al tema: una tiene que ver con el drama económico de los pequeños comerciantes dueños de negocios de pequeña escala, (¿alguien se acuerda de las farmacias de barrio?) que si bien se están organizandos para poder ser una competencia viable ante este nuevo híbrido entre un LIDER y un “donde Doña Inés”, se les viene una realidad complicada que, visto puramente de la óptica de libre mercado, es una batalla difícil de ganar. El segundo tema es en torno a la conformación de los barrios propiamente tal: que los característicos, diversos y heterogéneos negocios se estandaricen a lo largo y ancho de toda la ciudad nos acerca sorprendentemente a la idea de una periferia homogenizada e irreconocible, con cada vez menos rasgos del ya manoseado concepto de identidad, haciendo que las palabras de Koolhaas respecto a la Ciudad Genérica sean cada vez más ciertas. El anuncio que a continuación presento (extraído de la página oficial de Ekono), deja entre ver tanto en sus palabras como en el pequeño dibujo, dónde y cómo se insertarán estos nuevos supermercados. ¿Sus consecuencias? Habrá que ver.


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La Nación