Barcelona: el Proyecto Común… ¿Y nosotros cómo andamos por casa?

Hace como 4 años caminando por Barcelona me encontré a un costado de las ramblas con un inmenso cartel blanco que contenía una ampolleta amarilla como de 5 pisos. Eso era todo, no decía nada. Entonces, como buen chileno, me acerqué a ver de qué se trataba… bajo la ampolleta estaba la entrada a una de las exposiciones más interesantes que he visto: En un sólo recinto se mostraban todos los proyectos urbanos planeados para Barcelona desde el 2002 al 2010. Así de simple.

¿Y qué tenía de especial esta expo? Muchas cosas, empezando porque se habían dado el trabajo de montar toda la expo de una forma muy atractiva y superproducida de manera que para todos, desde niños hasta abuelos era sumamente interesante. ¿Qué más? Que había una gran cantidad de proyectos presentados en video y cada uno con su respectivo referente internacional. Por ejemplo, estaba el proyecto de descontaminación del río Besos, y su referente era ni más ni menos que el rio Loa en Chile, que aunque nadie en este país tenga idea, tiene unas plantas que lo mantienen bastante limpio. Y así con todo tipo de proyectos: Autopistas, Planes Vecinales, Infraestructuras de servicio, Parques, y un largo etcétera estaban ahí explicados para que los ciudadanos se informaran y dieran su opinión.

Desde mi bagaje urbano personal esta exposición era algo completamente NOTABLE que en cierta medida explicaba por qué la mayoría de los catalanes que conocía, que sin ser arquitectos, ni urbanistas ni nada parecido opinaban y reclamaban todo el tiempo sobre las cosas que les gustaban o no de su ciudad. La razón principal es que estaban bastante informados sobre lo que ocurría. Y claro, esto no era algo que les entrara por osmosis, sino que existía una determinación pública porque así fuera.

Entonces, entendí que para que existiera una ciudadanía activa y propositiva, primero que nada ésta tiene que estar informada, tal como sucede en muchas ciudades europeas. Ser o no ser críticos sobre lo que ocurre a nuestro alrededor es algo inherente a la personalidad de cada uno, pero donde la cantidad y calidad de información que manejemos también es algo determinante. Sin duda esa exposición fue uno de los puntos de partida de PlataformaUrbana.

En Diciembre de 2006 en la mitad de la Plaza Cataluña, Barcelona, se volvió a instalar una gran exposición donde se mostraban 63 proyectos en el marco del Plan Estratégico de Barcelona, etapa 2006-2010. Nuevamente se hace una gran inversión para acercar a la comunidad los proyectos que van a influir directamente en la calidad de vida de los barceloneses, y aunque surja oposición en torno a éstos, la autoridad entiende de que la única forma de tener un desarrollo urbano equilibrado es incluyendo a los propios ciudadanos en los proyectos en sus distintas etapas, desde la planificación de éstos hasta que se llegan a ejecutar. Sin duda estos muchas veces estos procesos participativos suponen mayores costos, ya que hay proyectos que tardarán en ejecutarse mucho más tiempo del estipulado inicialmente, y tendrán que someterse a muchos cambios para poder ser aprobados por la comunidad. Pero lo que no se considera casi nunca en Chile es que muchas veces el costo de no incluir a la gente desde un comienzo igual habrá que pagarlo después de que el proyecto esté implementado, como es el caso de múltiples proyectos urbanos entre los que destaca sin duda el Transantiago.

La exposición de Diciembre se llamaba “MetrópolisBarcelona: Un Proyecto Común” donde claramente se hace énfasis en la inclusión de los distintos actores en el desarrollo de la ciudad. Destacable la existencia de una inmensa foto aérea de Barcelona localizada en el suelo, donde la gente pudo ubicar los nuevos proyectos, sus hogares, sus lugares comunes, y en general, entender de forma bastante práctica de qué forma los nuevos proyectos les van a influir.

Además de esta exposición hubo un ciclo de conversaciones que tuvo 2 tipos de expositores: Los gubernamentales y los ciudadanos sumados a diversas mesas redondas donde participaron todo tipo de actores de ciudad.

Es muy fácil alargarse explicando los temas tratados o el rumbo de las discusiones de la exposición en Barcelona, pero me parece mucho más importante hacer una comparación con lo que ocurre con las ciudades en Chile: ¿En que están? ¿Cuáles son los proyectos para los próximos 10 años? ¿Dónde los podemos ver? ¿Se puede opinar? ¿Cómo nos van a influir? ¿Cuánto cuestan? ¿Quién los paga? Y así podríamos seguir haciendo preguntas infinitamente sin tener respuestas satisfactorias…

Probablemente para nuestra situación actual, una exposición de todo lo que está ocurriendo en términos de proyectos urbanos sea mucho pedir, pero tener un acceso más fácil a la información no lo es. En Chile el acceso a la información de este tipo, a pesar de todas las declaraciones de principios y normativas implementadas aún es de características draconianas. Y mientras así lo sea, no nos extrañemos con que proyectos como el Transantiago no resultan ni que la gente no está informada a tiempo.
Lo que se requiere es un cambio de mentalidad ciudadana que tiene que comenzar por las instituciones. En casos como este, mirar para afuera no cuesta nada, los buenos ejemplos están a la vista: Barcelona, Curitiba, Bogotá y muchos otros son lugares donde la búsqueda de mejoras en la calidad de vida se ha convertido en responsabilidad de todos y no sólo de las autoridades. Mientras no nos demos cuenta de eso, me parece que podemos seguir sentados esperando… y por mucho tiempo más.

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Créditos Fotografías: Daniela Assael.