Construir el subsuelo en Ñuñoa: salvación del espacio público?

Por Alejandra Marambio B.

Dentro del marco de la Ley de Financiamiento Urbano Compartido (FUC) apareció publicado hace unos meses el proyecto de un mall subterráneo en Ñuñoa , propuesta presentada por CDI, Consultores de Ingeniería Limitada. Esta ley busca incentivar a los privados a invertir en obras para el desarrollo urbano con posibilidad de ganancia, lo que podríamos entender a modo de “trueque”.

El proyecto ocupa una superficie de 13.842,525 m2, intentando mejorar la vialidad y desarrollo urbano del nudo Irarrazabal – J.P. Alessandri – Chile España, el atravieso entre estas dos últimas resultando en un paso bajo nivel. En los cinco pisos bajo tierra se proyecta un centro comercial y de servicios, 1.200 estacionamientos, un paradero de Transantiago en el nivel –6 y un enganche necesario para una futura conexión a la Línea 3 del metro, la cual estaría pasando en el nivel –22.
La propuesta, de una inversión estimada en 80 millones de dólares, fue aprobada por el Concejo Municipal y declarada de interés público.

planta arquitectura nivel 0. planta arquitectura nivel –12 (fuente: CDI).

El proceso de etapamiento por el que debe pasar un proyecto con ley FUC parece ayudar a evitar los proyectos “sorpresa” para la ciudad. A diferencia del proyecto SubCentro Las Condes , que contempla la remodelación de la estación de Metro Escuela Militar, convirtiéndolo en lugar activo de comercio y encuentro ciudadano, el proyecto del mall subterráneo de Ñuñoa aún esta a nivel de propuesta. Los planos presentados son referenciales, las áreas verdes discutibles, los hitos municipales diseñables.

Aparece entonces la oportunidad de enterrar el mall, evitando que estas megaestructuras transformen su entorno inmediato y dificulten la convivencia con las trama urbana existente. Como resultado de su inserción en el subsuelo, se libera la superficie, el nivel 0, lo que permite su retorno al peatón.

Es de esperar que la posterior licitación de este proyecto funcione a semejanza de concursos públicos, a puerta abierta ante la comunidad y que tanto el sector público como el privado mantengan sus roles dentro del proceso. Lo que queda es informarse y proponer, lo que no sólo va dirigido a los arquitectos sino a todos los ciudadanos… así que a informarse y participar.