Malos Tiempos para la Ciudad

Con motivo de la próxima XV Bienal de Arquitectura de Chile, en Octubre de este año, se invito como presidente del jurado al arquitecto español Luis Fernández Galiano, reconocido arquitecto que actualmente dirige importantes revistas españolas, como Arquitectura Viva, AV Monografías y la sección semanal de arquitectura del diario El País de España.

Aprovechando su presencia el diario El Mercurio realizó y publicó ayer en el cuerpo de Artes y Letras, una entrevista al arquitecto español, para conocer su opinión y puntos de vista sobre la arquitectura y urbanismo chileno. En esta entrevista el arquitecto español señala el buen nivel y momento de la arquitectura chilena actual, como también el aún poco desarrollado lado urbanístico de Chile, sobretodo en lo que a espacios colectivos y sociales se refiere.

El arquitecto, que ya conocía de la situación arquitectónica de Chile, tras editar en el 2002 un especial de ella (en el Nº85 de Arquitectura Viva) y por haber sido jurado en el concurso de vivienda social ELEMENTAL, señala que en Chile existe una mirada bastante variada sobre la arquitectura, “un colectivo en donde no existe una figura emblemática que se distinga y distancie de manera nítida sobre el resto, como Niemayer en Brasil o Amanacio Williams en Argentina”, lo que hace que en nuestro país se desarrolle transversalmente, una variada arquitectura. Esta arquitectura posee, para él, un valor propio, aún cuando puede tener un formalismo global, pero que junto con las técnicas constructivas, materiales y presupuestos acordes a la región, mantenienen un estilo y simbolismo propio.

Sin embargo, como señala Luis Fernández Galiano, este bienestar arquitectónico se ve reflejado mayormente en los espacios privados de la ciudad (casas, edificios corporativos y espacios culturales privados), asimilándose entonces más al modelo americano, en el que los privados van construyendo la ciudad, que al europeo. Esto hace que la arquitectura se presente para el habitante común más como un objeto de diseño, el que sólo se observa, que a un edificio que interactúa con él y la ciudad.

A este fenómeno de inversión privada en la arquitectura de Chile, debemos añadirle un fenómeno un tanto mundial del último siglo, en él que el arquitecto le ha prestado mayor atención al edificio, o sea a los llenos de la ciudad, que a los vacíos o espacios públicos, que se enfrentan a la obra y que son para mí los que en verdad dan forma y vida a la ciudad.

Al parecer con esta política privada y poco control por parte del Estado de la construcción, hemos dejado un poco de lado el espacio y la ciudad pública misma, que hoy se a transformado en tan sólo una calle y vereda (en algunos casos con una hilera de árboles), un espacio para transitar más que habitar. Ésto junto a la extensión por efecto del automóvil de la urbe, han sumado miles y extensas manchas de casas y bloques (en el peor caso iguales), que unos tras otros, van formando una masa construída sin el espacio ni servicio público necesario, sólo calles, rejas y casas, haciendo que nuestras ciudades sean cada vez más inhóspitas e insostenibles. La ciudad de hoy se forma con edificios puntuales privados e independientes, trabajados hacia el interior y con redes que nos trasladan entre ellos. Esto queda bien claro cuando miramos los edificios públicos más populares de la ciudad actual, los Malls, espacios público-privado para recrear y abastecer, cerrados en si mismos sin más relación con el entorno cercano que con edificios de estacionamientos o un gran muro acartelado.

Al parecer lo que le falta a Chile es una arquitectura que además de buena sea conciente con el espacio y pública, que sirva a los ciudadanos y no sólo a su dueño, que como dice Luis Fernández Galiano sea de inversión pública y que se tome en cuenta la vivienda social, edificios para la comunidad, educativos, sanitarios y culturales. Que el Estado, como ya lo ha hecho con algunos edificios públicos, como con el Centro cultural Palacio de la Moneda y la Biblioteca de Santiago, ponga o gestione el capital, haga concursos e intervenga en la ciudad, mejorando y relacionando los cada vez más escasos espacios públicos con edificios de buena calidad arquitectónica.

Fuente imágenes:

Portada: elaboración del autor a partir de imágenes de www.bienaldearquitectura.cl y de convenio alfa.
Planimetría: elaboración del autor.