15 de December, 2005

Privatización del espacio urbano; ahora el ruido tiene dueño

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A partir de estos días, escucharemos ya no sólo música en algunas calles del centro de Santiago, a través de 1200 parlantes en Huérfanos, Ahumada, 21 de mayo, Puente y Estado. También vamos a escuchar publicidad. Y no sólo eso; va a ser trasmitida con un volumen 15% más alto.

Es un tema a discutir la publicidad en nuestro entorno; en el metro, en la calle, en el suelo, en los edificios. Pero me parece que lo más importante de esta noticia, es el fenómeno de privatización del espacio público… dense cuenta; las autopistas hace algunos años ya están teniendo un dueño que te cobra por usarlas; los parques también, los malls se están ganando todo nuestro tiempo y actividades urbanas… hemos llegado al punto en que EL SONIDO PÚBLICO ESTÁ PRIVATIZADO… ya no es el ruido que hacemos todos en la calle, con las micros y los autos y los vendedores ambulantes y los niños… tiene un dueño, que lucra con éso, que le pone comerciales y nos hace escucharlos; es el monopolio del ruido, porque ni siquiera podemos hacer sapping o apagarnos los oídos.

No es que esté en contra de tener música en las calles; me parece agradable y de hecho creo que a mucha gente y a casi todos les gusta. Pero los límites de la privatización me parece que no los tenemos claros y no los tiene claros nadie; de a poco, se van poniendo en manos de privados las universidades, las calles, las cárceles, el ruido… ¡lucrar con el ruido público!!!!! obvio que es una idea genial, porque en manos de privados los estándares de calidad suben, pero eso funciona cuando hay libre competencia… pero las autopistas no nos dan alternativa, y el sonido tampoco.

En verdad no tengo idea cuál es el límite si es que debiera haberlo: pero no cabe duda que es un tema que tenemos que discutir, que debiera salir de la opinión pública y participación ciudadana y no de algunos, que por lo general tienen sus intereses económicos y político-marketeros.

No he pasado todavía por esas calles, pero debe ser bastante extraño ir caminando, y derrepente que la música cambie a una voz que sale como del cielo, como la voz de dios, aumente en un 15% su volumen, y comence a convencerte de comprar en las 48 horas o comerte ahora mismo un combo Mac Donalds…

A este paso, en 15 o 20 años más ¿de quién va a ser el espacio público y el paisaje, el asoleamiento, el sonido, el olor urbano??? si va a ser DE ALGUIEN……. que susto.

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