Parque Ecológico Quebrada Verde: PULMON NATURAL EN VALPARAISO

VALPARAÍSO.- Tras 90 años de desaprovechar los extensos terrenos boscosos ubicados 15 kilómetros al sur de Valparaíso, un proyecto impulsado por la intendencia regional busca recuperar 800 hectáreas del fundo Quebrada Verde.

Donado a Valparaíso en 1915 por Federico Santa María y hoy propiedad de Fonasa, el objetivo es transformarlo en un parque ecológico de aquí al Bicentenario, recuperando este verdadero pulmón verde y su rica vida animal y vegetal para los porteños.

El parque estará ubicado en una zona priorizada dentro de la estrategia regional de conservación de la biodiversidad por la Conama, amenazado por los microbasurales, la caza furtiva y la extracción de especies vegetales. Incluirá los acantilados de Laguna Verde, de 300 metros y próximos a ser declarados Santuario de la Naturaleza por el Consejo de Monumentos Nacionales.

La primera etapa del Parque Ecológico Quebrada Verde se abrirá al público durante 2007, y ya cuenta con un financiamiento de $200 millones anuales durante 20 años. En el proyecto intervienen tanto organismos públicos como las universidades y ONG de la zona.

Tendrá más de 100 hectáreas de uso gratuito con senderos temáticos, zonas de deporte aventura, canopy entre los árboles (arrojarse desde cuerdas atadas a las ramas), una ecobiblioteca y una ruta patrimonial educativa.

El terreno restante estará destinado a áreas de investigación científica y conservación, para recuperar los ecosistemas del lugar. Contará con un área marina protegida para la conservación del chungungo (nutria marina).

La fauna incluye zorros y especies en estado de conservación como el aguilucho, el concón (especie de lechuza) y degús (roedores). Entre la flora destacan el lúcumo silvestre (Pouteria splendens, en peligro de extinción), orquídeas, astromelias y cactus endémicos.

Cuarenta familias que viven en tomas aledañas al parque recibirán parcelas en arriendo por un período de entre los 50 y 100 años, con la misión de realizar turismo sustentable.

Por JORGE MOLINA
Fuente: El Mercurio