Importante: Actualización Plan Regulador Metropolitano de Santiago.

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El 9 de Abril de este año la Ministra de Vivienda y Urbanismo, Sra. Patricia Poblete presentó ante el CORE lo que será la actualización al Plan Regulador Metropolitano de Santiago, iniciando con esto un proceso fundamental de modificación de esta herramienta de planificación de nuestra ciudad. El video que acompaña este artículo tengo entendido que se presentó en la ocasión, al igual que el ppt que encabeza la nota… que en realidad correspondería a las imagenes que acompañan al texto.

A pesar de que el texto que en dicha ocasión leyo la Ministra es algo largo, les recomiendo leerlo de principio a fin. Personalmente, me llamó profundamente la atención lo bueno del diagnóstico de la situación actual de nuestra ciudad, dónde esta propuesta de actualización responde de una manera bastante proactiva y coherente. Después de leer la propuesta, quedé con la impresión que si la mitad de las cosas que se proponen se llevan a cabo, vamos a vivir en una ciudad increíblemente buena. Sin duda gran protagonista de la propuesta es la Participación Ciudadana, haciendo un gran énfasis en la importancia de la inclusión de los distintos sectores de la ciudad para la validación de esta actualización, pero lo que no queda para nada claro es cómo se va a llevar a la práctica… ojalá no se quede sólo en el discurso, bien sabemos que el papel lo aguanta todo, como tiende a suceder en este tipo de propuestas.

Así que bienvenidos todos tipos de comentarios, consultas, propuestas, observaciones… la Ministra abrió una gran puerta a la participación para este Plan, les propongo que seamos responsables y la tomemos, haciendo todas las propuestas que nos parezcan pertinentes. Por nuestra parte ya estamos ayudando en la difusión (en el ministerio, tal como dice el texto, se encargaron de subir todos los documentos relacionados a su sitio web), ahora le pedimos a ustedes que participen y comenten.
Después del salto, el discurso de la Ministra ante el CORE.
(Me tomé la libertad de desatacar en negritas y en rojo los puntos más notables de la propuesta y espero dejar mis propias observaciones en los comentarios durante la semana.)

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Nuestras ciudades pueden ser mejores

Muchos habitantes de la Región Metropolitana no están orgullosos de su territorio. Es más, un alto porcentaje de santiaguinos declara que dejaría la ciudad si pudiera hacerlo. Perdemos gran cantidad de tiempo en trasladarnos, sufrimos la contaminación ambiental, nos quejamos de falta de seguridad, de la mala distribución de los servicios y de la escasez de áreas verdes, entre tantos otros.

Si bien hay quienes podrán discutir esta apreciación, argumentando que en el contexto latinoamericano vivimos en una ciudad con altos estándares, la percepción de los ciudadanos es negativa. Aunque tenemos una altísima cobertura de servicios básicos, sistemas de comunicación eficientes, hemos resuelto la mitad del déficit habitacional, contamos con nuevas autopistas, y una majestuosa cordillera que nos cubre las espaldas.

Personalmente, tengo la convicción de que las ciudades chilenas son buenas, y en particular nuestra ciudad capital. Pero también tengo la convicción de que podrían ser mucho mejores.

Una ciudad que cambia

Si observamos las tendencias del desarrollo de la región en los últimos años, podemos confirmar varias de estas percepciones:

Hoy bordeamos los 6 millones de habitantes, con un crecimiento que se concentra en comunas periféricas, generalmente con poca infraestructura. En los hechos, el crecimiento de la ciudad avanza más rápido que nuestra capacidad para proveer la infraestructura y los servicios que se requieren.

Como contrapartida, algunas comunas centrales con infraestructura y servicios, pierden población y actividades económicas y presentan señales preocupantes de deterioro. La presión por el crecimiento de la ciudad ha significado la construcción de 7 millones de m2 anuales, con una tendencia de consumo de 800 hectáreas urbanizadas al año, en el Gran Santiago. Todo indica que este patrón se mantendrá.

Actualmente existen grandes proyectos en la periferia que abrirán una gran oferta de viviendas. Adicionalmente existen numerosos proyectos de departamentos que agregarán otra cantidad significativa de unidades en sectores centrales.

Santiago, es definitivamente una ciudad segregada. Mientras algunos viven en una ciudad del primer mundo, y gozan de todos los beneficios del desarrollo, otros siguen viviendo en el tercer mundo, con todas las consecuencias que ello tiene para la sustentabilidad del desarrollo y la democracia. Un entorno homogéneo de pobreza restringe las oportunidades y mata la esperanza de surgir. Esta segregación se traduce además, en acceso desigual a bienes y servicios públicos, que impactan directamente en la calidad de vida y en las oportunidades de desarrollo de las personas.

La disponiblidad de servicios y áreas verdes, además de tener una distribución desigual, es absolutamente insuficiente, para garantizar un desarrollo sustentable de la cuenca. Los números lo indican. Mientras muchos estándares internacionales recomiendan 9 m2 por habitante, nuestra ciudad apenas cuenta con 3,45 m2. Este déficit es mucho más alto en las comunas pobres.

A todo lo anterior, se suma un explosivo crecimiento del parque automotriz, que no se condice con la infraestructura vial de la ciudad y que afecta fuertemente la calidad del aire y el tiempo de desplazamiento de los santiaguinos. Si nuestra economía crece como esperamos, en sólo 8 años más bordearemos los 2 millones de vehículos. Las exigencias del futuro.

Santiago al 2030

Y a pesar de todos estos problemas, la Región Metropolitana de Santiago sigue creciendo, a una tasa de 80 mil habitantes por año. En 20 años llegaremos a 8 millones de habitantes y agregaremos más de 200 millones más de m2 edificados.

Crecer o no crecer, a estas alturas, resulta una disyuntiva artificial. Por eso, el desafío real es cómo guiamos el crecimiento, de manera responsable y sustentable.

Un ejemplo: Cuando se inició el PRMS en 1994 la principal meta fue crecer en densidad. Se pensó que ello bastaría para garantizar un mejor crecimiento. Con este objetivo se implementó un subsidio de renovación urbana y se restringió el área urbanizable. La densidad aumentó en algunas comunas pero no estuvo exenta de problemas.

Hemos visto, cada vez con más frecuencia, cómo la comunidad se opone a la construcción de departamentos que afectan la calidad de sus barrios y el patrimonio. La densidad no basta para garantizar un crecimiento de calidad.

Lo importante es cómo crecer. Esto implica hacerse cargo de los siguientes desafíos: Cómo enfrentar los actuales problemas de contaminación ambiental, segregación urbana, despoblamiento y deterioro urbano, congestión vehicular y conectividad, entre otros, y al mismo tiempo, proyectar el crecimiento de la ciudad, con un horizonte de largo plazo.

Vivimos en el siglo de la ciudad.

Especialistas del mundo entero coinciden en que las ciudades son el principal motor de desarrollo y la mayor fuente de oportunidades del siglo XXI. Pero si no las planificamos, responsablemente, si no funcionan bien, pueden ser también una enorme fuente de problemas y conflictos.

Las ciudades son, necesariamente, una construcción colectiva y de largo plazo: está comprobado que el crecimiento espontáneo genera ciudades poco competitivas y de baja calidad. Contar con una visión de desarrollo en el tiempo es una guía para construir una mejor ciudad. Y esa visión involucra, necesariamente a una diversidad de actores, públicos y privados, por cierto a los ciudadanos, todos los cuales tenemos responsabilidades en el proceso. La planificación permite orientar el desarrollo de la ciudad, corrigiendo problemas y tendencias negativas que no se resuelven espontáneamente.

La planificación da certidumbre, permite hacer inversiones más seguras y dar también seguridad a los habitantes, sobre el desarrollo futuro de su entorno.

• Un ordenamiento de largo plazo en los usos del suelo y en el trazado de las infraestructuras, permite y facilita el desarrollo, la coordinación y genera sinergia entre proyectos, actividades y obras de infraestructura.

• Programar el desarrollo de la ciudad permite el uso más eficiente de los recursos y genera la suficiente flexibilidad para acoger una variedad de demandas urbanas.

No estamos dispuestos al crecimiento de la ciudad a cualquier costo. Por eso, asumimos a plenitud nuestra responsabilidad de planificar la ciudad del futuro, la ciudad que habitarán nuestros hijos y nuestros nietos. Y no solo en Santiago, sino en todo el país.

Para ello, en enero pasado, enviamos al parlamento el proyecto de Ley de Planificación Urbana, en que por primera vez en la historia de Chile se discutirá democráticamente una reforma a la Ley General de urbanismo y Construcción. La iniciativa moderniza la forma de hacer planificación urbana, al fortalecer la participación y la concertación de la comunidad. Ello, junto con aumentar las capacidades de los municipios y de los gobiernos regionales. Es decir, vamos a profundizar la descentralización.

Este proyecto marcará el futuro de nuestras ciudades, que hoy concentran al 87% de la población del país, y que en 20 años habrán duplicado sus tamaños. Para eso debemos estar preparados. Por eso tomamos esta decisión hoy.

Volviendo al PRMS, mi propuesta es que hablemos francamente y por eso quiero compartir con ustedes un aspecto personal de este proceso, que hoy iniciamos. Como Ministra de Vivienda y Urbanismo reflexioné serenamente antes de tomar la decisión de iniciar este esperado proceso, de mejorar Santiago, para sus habitantes, actuales y futuros. Formo parte de un Gobierno que cuenta con poco tiempo para realizar sus tareas. Formo parte de una gestión ministerial bien evaluada. Me pregunté entonces: ¿Es necesario asumir este megaproyecto, con tantos desafíos abiertos y con tantas posibilidades de desatar fuertes conflictos, ataques y desconfianzas? Los rincones cómodos y tranquilos no son mi opción.

No pueden ser la opción de ningún ministro, ni ministra de nuestro país. Por difícil que sea, por titánica que parezca la tarea, no postergaremos lo que tiene urgencia. Bajo este marco, debemos reconocer que nuestro principal instrumento de planificación, a 14 años de su formulación, presenta algunos problemas que justifican su actualización.

¿Por qué actualizar el PRMS?

Muchos de los objetivos que inspiraron el primer PRMS en 1994 no se han cumplido, y siguen plenamente vigentes.

El límite urbano no contuvo el crecimiento horizontal de la ciudad. Santiago se extendió más allá de él, urbanizando miles de hectáreas al margen de la normativa, como ocurrió con parcelas de agrado. De las 25 mil hectáreas que se definieron para acoger el crecimiento en expansión, cerca de 14.000 se han consolidado entre 1994 y 2006.

Gran parte de este suelo se urbanizó sin la infraestructura necesaria, sobre todo en poblaciones de vivienda social. Las zonas industriales exclusivas permitieron sacar actividades molestas del interior de Américo Vespucio. Sin embargo, algunas áreas importantes no se consolidaron aumentando el stock de sitios eriazos de nuestra ciudad. La ciudad avanzó hacia estas zonas y ahora son más centrales y mejor conectadas.

Se quiso promover la descentralización de los centros cívicos y de servicios, pero de los 11 sub-centros propuestos sólo dos se implementaron, afectando la política de acercar los servicios a la gente, para garantizar un crecimiento más equilibrado de la periferia. Las áreas verdes propuestas tampoco se ejecutaron en su totalidad. De hecho muchos de los parques metropolitanos siguen siendo grandes extensiones de suelo eriazo.

Algunos municipios han agotado sus reservas de suelo disponible y enfrentan serios problemas para acoger el crecimiento de su población. La mayoría nos ha hecho llegar sus sugerencias para ampliar el límite urbano vigente.

La vialidad estructurante no se ha concretado en la velocidad y forma que se esperaba. Además la imposibilidad de reservar fajas viales fuera de los límites urbanos supone una amenaza latente.

Existen miles de hectáreas de parcelas o proyectos de desarrollo condicionado que no tendrán conectividad con la ciudad si no actuamos pronto. Por último debemos recordar que en febrero del 2009 se cumple el plazo para actualizar las fajas viales declaradas de utilidad pública.

Como vemos, desde que se promulgó el primer PRMS, la ciudad ha cambiado y mucho. Asimismo, algunas debilidades del instrumento impidieron concretar los objetivos principales que lo inspiraron. En este marco, actualizar el PRMS es una responsabilidad ineludible y junto con ello, una oportunidad única para materializar una estrategia de desarrollo para nuestra región capital, cuyo norte es uno: mejorar la calidad de vida y las oportunidades de desarrollo, de todos sus habitantes, especialmente de los más vulnerables.

Esta estrategia se basará en cinco principios:

1. Complementar la regulación con inversiones. La regulación es insuficiente para materializar los cambios propuestos ya que depende de terceros. Por esta razón, muchos de los objetivos del PRMS no se concretaron.

2. Para revertir esta deficiencia, diseñaremos las propuestas normativas en concordancia con las numerosas inversiones que ejecuta el Estado en ámbitos territoriales. Asimismo, dentro de nuestra política de planificación por condiciones, exigiremos que los urbanizadores financien la infraestructura y los servicios que requieren las nuevas zonas de expansión, para operar de forma sustentable, evitando traspasar estos costos al resto de la ciudad.

3. Apoyar la integración social. El PRMS no puede estar ajeno a nuestra principal motivación: lograr una ciudad más equitativa. Esto implica revertir los patrones de segregación descritos. Bajo este principio, plantearemos que las zonas de expansión contemplen cuotas para vivienda social. También incentivaremos la localización de estas viviendas en zonas industriales que hoy no están consolidadas, más cercanas a los centros de empleo.

4. Aumentar las áreas verdes. El desafío de la sustentabilidad implica resolver el déficit de áreas verdes, especialmente en los barrios pobres y segregados. Bajo el marco de la planificación por condiciones, plantearemos que las nuevas zonas de expansión materialicen parques y áreas verdes, evitando ocupar territorios de valor ecológico y ambiental. Asimismo, financiaremos con recursos públicos la forestación de calles y parques metropolitanos no materializados.

5. Asegurar Infraestructura y Conectividad. El desafío de la movilidad, implica reservar con tiempo las fajas viales que conectarán las zonas de crecimiento con la ciudad consolidada. Debemos exigir que los urbanizadores financien estas vías, a objeto de disminuir las externalidades sobre el resto de la ciudad.

Cómo actualizarlo: con participación y transparencia

Aunque el proceso de actualización del Plan Regulador Metropolitano de Santiago parte con los municipios, quise mantener la tradición de iniciarlo con ustedes, los Consejeros de la Región Metropolitana. Quiero manifestar claramente lo que será mi aporte como ministra de Vivienda y Urbanismo en este proceso.

Es simple: me he propuesto que el camino que comenzamos hoy esté fundado en la Participación Ciudadana y en la Transparencia. Ese es mi compromiso y esa será mi principal preocupación. Como gobierno, estamos comprometidos en fortalecer los espacios democráticos, desde sus niveles más fundamentales, promoviendo una ciudadanía activa en los asuntos públicos. Esto implica apoyar e implementar acciones que nos permitan contar con ciudadanos informados y, fundamentalmente, empoderados respecto de las situaciones que los afectan. Estamos convencidos que el fortalecimiento de la sociedad civil es una condición indispensable para la consolidación de la democracia.

Y ello requiere de una ciudadanía activa y vigilante, donde el control ciudadano asegure mayores niveles de transparencia y participación, en la gestión de la administración pública. Cada intervención que afecta la vida de los ciudadanos y sus derechos tiene sentido, si es parte de una visión que se legitima, porque deriva de una participación real y efectiva. Y por que una condición indispensable de la participación y la transparencia es la información, he instruido para que, a partir de ahora, se suba a la página web de la Secretaría Regional Ministerial, y del propio Ministerio, toda la información pertinente al proceso.

Ya están disponibles, para el conocimiento de la ciudadanía, todas las peticiones recibidas por la Seremi, tanto de privados como de municipios, para modificar el PRMS. Apenas nuestro Seremi Metropolitano presente la propuesta de actualización, al Comité de Ordenamiento Territorial, ésta también se encontrará en la web, para todos los interesados.

Si un porcentaje importante de la población ha dicho en recientes encuestas, que el país tiene problemas de corrupción, eso significa que la vara de la desconfianza está alta. Tenemos la responsabilidad de recuperar esas confianzas. Más aún, porque hay una verdad ineludible en cualquier proceso de modificación a los límites urbanos: cuando se traza un límite urbano, se generan riquezas. Es un hecho indesmentible, tan concreto como eso.

Y dado que, el trazado del límite urbano puede crear grandes plusvalías a los propietarios que ingresan al área urbana, hemos tomados medidas. Para mitigar este efecto, en diciembre del 2006, tomamos la decisión de fijar criterios objetivos y técnicos, que permitieran a todos los actores conocer, con antelación en que se fundamentarán las modificaciones al PRMS.

Asimismo, decidimos que todas las propuestas se inscriban dentro de nuestra política de planificación por condiciones. Esto quiere decir que los terrenos se incorporen al área urbana deberán financiar obras de infraestructura, áreas verdes, equipamientos y destinar cuotas para vivienda social. Con ello evitaremos traspasar al resto de la ciudad las externalidades del crecimiento en la periferia.

Asimismo, lograremos materializar los objetivos que inspiran esta actualización, al facilitar la creación de nuevas áreas verdes y barrios más integrados socialmente.

Por último, la planificación por condiciones será una opción con costos y beneficios claros y transparentes que se aplicará no sólo a los terrenos que se incorporarán al área urbana, sino también, para la reconversión y revitalización de áreas urbanas deprimidas. Adicionalmente, programaremos acciones e inversiones públicas a fin de favorecer el cumplimiento de los objetivos de sustentabilidad, integración y conectividad, tales como subsidios, forestación de vialidad e inversiones en ciclovías, entre otros.

En abril del año pasado, me reuní con todos los alcaldes de la región, para informarles esta decisión y reiterarles, personalmente, mi compromiso de garantizar que este será un proceso participativo y transparente. Queremos que el resultado de este proceso responda a las necesidades de desarrollo de la mayoría de los ciudadanos, donde lo que prime sea el bien común, y no los intereses de un grupo pequeño, por legítimos que éstos sean.

Mi compromiso entonces, es que el Santiago que proyectemos, sea una propuesta trabajada y conocida por todos los involucrados, donde nos hagamos cargo de los costos y beneficios de la alternativa que escojamos. Porque aun, la mejor propuesta, siempre tendrá ventajas y desventajas.

Una propuesta flexible.

Realizo un llamado a mirar la propuesta que les presentará el Secretario Regional Metropolitano de Vivienda con la confianza de que es, sobre todo, una invitación a la participación. Es cierto, la tarea de la Seremi consistió en realizar una propuesta bien fundada y sólida técnicamente.

Pero éste no es producto terminado: puede y debe ser mejorado. Aquí no hay verdades reveladas, ni propuestas indiscutibles. Si hay criterios objetivos, que fundamentan cada proposición, y que reducen los espacios para la discrecionalidad La ciudad es un hecho colectivo, es el producto de la concertación de distintas fuerzas, por lo tanto su desarrollo tiene que ser el resultado de construir un futuro compartido y consensuado.

Apostamos por una propuesta hecha con participación interdisciplinaria y ciudadana en la toma de las grandes decisiones, lo que es propio de una sociedad moderna. Aquí no hay trampas, ni montajes para imponer algo diseñado como verdad final. Empeño mi palabra en asegurar que cuando digo participación, estoy diciendo realmente par-ti-ci-pa-ción. Entonces, estimados consejeros, los invito a continuar en esta línea. Estoy segura que aquí en el Consejo Regional encontrarán las formas adecuadas para escuchar, integrar y sumar opiniones, miradas y sueños. Cuenten con toda nuestra colaboración y apoyo.

La visión

El principal objetivo de la propuesta de actualización del PRMS, ya lo decía, es concordar una estrategia de desarrollo para nuestra región capital que cree oportunidades de desarrollo y bienestar para todos sus habitantes. Por eso, en su propuesta, la Seremi ha definido cinco criterios o ejes para proyectar el crecimiento de la ciudad:

  • Sustentabilidad Ambiental
  • Conectividad
  • Integración Social
  • Integración con la ciudad existente
  • Calidad urbana de la Periferia

No queremos cualquier desarrollo, queremos uno que impacte positivamente la calidad de vida.

Queremos que la ciudad se construya a la escala de barrios:

  • con sistemas de transporte eficientes, que disminuyan la congestión vehicular y la contaminación atmosférica;
  • con espacios públicos que inviten a la recreación y al encuentro ciudadano;
  • con más áreas verdes al alcance de todos;
  • con buenos equipamientos de educación, salud y servicios
  • y sobre todo, con equidad, tema donde como país, y como región, particularmente, tenemos una deuda histórica y un imperativo ético ineludible.

Quisiera terminar esta presentación, citando algunas palabras del presidente de Brasil, Lula Da Silva, cuando inauguró la Conferencia de Ciudades en su país.

“Cada uno de nosotros tiene el nombre de su ciudad impreso en el certificado de nacimiento y grabado en su conciencia, y en su corazón.” “En la ciudad donde iniciamos nuestros primeros pasos, jugamos en la infancia, estudiamos, crecimos y esparcimos nuestras semillas – sea una gran metrópolis o tan pequeña que no cabe en el mapa- allí están estampadas nuestras raíces.” “Y todo el amor que sentimos por nuestra ciudad no nos impide ver sus defectos. Por el contrario, nadie mejor que la propia población para decir cómo es la ciudad ideal en que desea vivir y ver sus hijos crecer.” “A los Gobiernos -decía el Presidente Lula- nos cabe garantizar que la sociedad se pueda movilizar y actuar en la creación de políticas públicas para construir el presente y el futuro de nuestra ciudad”.

Este es nuestro desafío:

Ser capaces de entender que la ciudad, nuestra ciudad, es el reflejo de lo que somos, pero también de lo que podemos llegar a ser. Y a eso es lo que aspiro: a que los santiaguinos nos identifiquemos con nuestra ciudad, lleguemos a quererla, la disfrutemos, construyamos familia y país contentos y seguros, con desarrollo económico, pero también con justicia.

Buenas tardes.
Santiago, 9 de abril, 2008